Siempre nos queda el futuro ,y la duda de si durará, todo está en jugar. Por eso soy adicta al amor platónico y al placer de la nostalgia. Después de todo se que nada es permanente y que al impaciente se le olvida la miel del presente. Nada es tan urgente, nene, nada es tan importante.Nada merece más la pena que el instante que tenemos delante. Y el siguiente.
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