sábado, 19 de noviembre de 2011

Solo ves lo que quieres ver.

A veces gracias a una persona te ciegas, no ves la realidad, solo ves lo que quieres ver y tienes mil heridas y no las ves, las has sentido, pero no las ves. Te ciegas. El corazón cada vez tiene más agujas clavadas y aunque lo sepas, hay una parte de ti que no se quiere dar cuenta, te ciegas. Todo sería muy bonito si se restara todo el dolor, todo serían flores sin espinas por eso solo llevas los ojos vendados cuando todo es frío, cuando te hacen daño, pero en los momentos que todo parece ser precioso, esa venda cae, o más bien, te la quitas. Solo ves lo que quieres ver.
A veces gracias a otra persona vuelves a abrir los ojos y te das cuenta de que te han hecho daño, de que tu corazón tiene mil agujas clavadas, de que no todo eran flores y de que una parte de ti te impedía ver la realidad para no hacerte daño, pero el daño ya estaba hecho.
Al cabo del tiempo van desapareciendo las dolorosas agujas de tu corazón y las heridas se van curando y encuentras la felicidad, pero la de verdad. Esa persona fue la que te curó el dolor, la que te quitó la venda de los ojos definitivamente para que pudieras ver la realidad bien clara y la única que supo regalarte la verdadera felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.