jueves, 22 de noviembre de 2012

Uno más uno no siempre son dos, o eso dice la canción, bueno, vamos a dejar al  inculto que no sabe contar. Relaciones, amor, caricias, miradas, complicidad, feeling, abrazos, besos, sexo, sonrisas. Tú, yo nosotros, ella, él, y no ella, él y ella, ni él, ella, y ella, ¿Sabemos contar? Yo sí.
Tú, eres uno, amo cada una de las pestañas que recorren tus ojos marrones, amo cada uno de tus cabellos castaños, amo cada partícula que recorre tu cuerpo, cada célula, cada litro de sangre, cada lágrima que derramas sea por mí o no.



-No puedo más..
+Mira, cuando estés triste, nos sentaremos con una botellita de Fernet con Coca, o vino, o vodka con Speed… y te ayudaré a planear la venganza contra la maldita asquerosa que te puso así.
-Eres tonta.
+Pero me quieres.
-Y no podría dejar de hacerlo nunca.




Vale que somos diferentes, que nos peleamos, que a veces no nos aguantamos, pero en el fondo ¿Sabes lo que pasa? Que me cuesta mucho decirte que conocerte, que encontrarme contigo me cambió la vida, y ¿Sabes qué más me cuesta decirte? Que me la cambió para bien. Vaya, que yo siempre había estado sola, no había tenido a nadie y pensaba que iba a quedarme así para siempre, pero ahora no. ¿Sabes que más me cuesta decirte? Que quiero estar a tu lado aunque no pueda tocarte en la vida, que yo quiero seguir ahí a tu lado, de riña, no sabiéndote decir las cosas, sacándote de quicio... Toda una vida, solo si tú quieres.


Volverlo a empezar todo, y decidir que nada cambie.

Hoy miro vuestras caras, veo que la vida pasa, recuerdos que en palabras, acompañan, nos atrapan..Fue como nuestra casa, tantas tardes en esa plaza, pasamos mil historias siempre juntos y hasta ahora, nada. Qué caro es el tiempo que me pone contra la pared, si digo que miento me estaré escondiendo otra vez. Perdona si digo que quiero seguir siendo lo de ayer, un niño, sin miedo, que regala su cariño y no sabe por qué.


+I wanna be a Superhero, guess my name.
-Superman? Ironman?
+No, YOURman.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

-Eres fuerte y tú puedes.+No puedo, joder.


Vivo en una ruina constante. Es un abismo que avanza por momentos. Mis constantes vitales empiezan a fallarme. El pulso disminuye. Me falla hasta la cordura. Veo cosas que no son reales, será que me estoy obsesionando con que todo va mal y no puedo hacer nada para remediarlo. ¿Sabes cuántas veces me ha rondado el suicidio? Mi vida es un desastre que no quiero reconocer. No quiero admitir las lágrimas que mi almohada se ha tragado. Ella es la única que conoce todas mis penas. Ni mi conciencia se aclara ya con tanto caos. ¿Y todavía tengo que ser fuerte? Qué asco de sociedad, cada vez lo aguanto menos. Me tengo que conformar con ser criticada por dar mi opinión, sumergida en un mar de superficialidad. Pocos están contentos con su vida. Últimamente no somos felices de verdad. No compréis falsos amigos. No valen la pena.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Siempre que pienso en ti, siento algo. Es como un cosquilleo que recorre toda mi tripa. Quizás sean nervios. Quizás es que me empiezas a importar. Cada vez más y más. Lo único que se es que ese cosquilleo es cada vez más fuerte. Y, que tú eres la causa. De ello y de mi sonrisa.

jueves, 8 de noviembre de 2012

-Cuéntame algo.
+1, 2, 3, 4, 5, 6, 7...
-¿Qué cuentas?
+Las noches que he pasado pensando en ti sin dormir, las vidas que daría por ti, todo el oro que tú vales, los besos y abrazos que me encantaría darte, y las montañas que escalaría por tenerte. Nada.



viernes, 2 de noviembre de 2012

No tiene explicación, pero es real.


Un día aprendí que, puede que sean las cuerdas vocales situadas en nuestra garganta las que emiten los sonidos que acaban convirtiéndose en palabras que vomitamos por la boca, pero que realmente quien habla es el corazón. 
Y en este trayecto corazón - garganta, se encuentra un aparato que en ocasiones se activa, y cuya función es tergiversar al completo todo aquello que recibe de nuestro corazón. Y es por eso, por lo que las personas a veces sienten y quieren decir ciertas cosas, pero cuando abren la boca parece que demuestran todo lo contrario. 
Es a ese aparato al que inconscientemente le otorgamos el mayor poder sobre nuestras palabras. El único capaz de cambiar, qué sé yo, el más profundo "te quiero" pronunciado por nuestro corazón, por el más asqueroso "te odio" que finalmente expulsamos por la boca.



Lo mejor, es que todo siga siendo igual que como recordábamos.


Son hombres, jóvenes, las rozan, pero ninguno supera las dos décadas de vida. Están todos juntos, dicen tonterías constantemente, no paran de reír.
A veces solo ellos se entienden, entre ellos. Se han visto recién levantados, de fiesta, en la playa, de estudio, de resaca, en los peores, en los mejores momentos. Supongo que son como hermanos. El tiempo, inevitablemente, les va separando, uno por uno, cada uno toma su camino, la relación se estrecha, acaba quedando muy lejana.
Un día, sin motivo aparente, alguno de ellos toma la iniciativa de reencontrarse con los demás, y lo consigue, se produce una reunión.
Ahora todos superan las cuatro décadas de vida, varios van trajeados, parecen hombres serios, con vidas labradas, trabajos y salarios supuestamente fijos, con familias propias.
Aparentemente nada queda de la falta de madurez que manifestaban aquellos jóvenes risueños muchos años atrás.
Pero de pronto se rompe la monotonía de la formal conversación que están manteniendo, alguno comienza a reír a carcajadas, acaban riendo todos a carcajadas, vuelven todos a decir tonterías, y por un instante parece que no haya pasado ni un solo día desde aquellos tiempos de adolescencia.
Y eso es lo que más me gusta de la amistad. Es lo que más me gusta de la vida.