Siempre que pienso en ti, siento algo. Es como un cosquilleo que recorre toda mi tripa. Quizás sean nervios. Quizás es que me empiezas a importar. Cada vez más y más. Lo único que se es que ese cosquilleo es cada vez más fuerte. Y, que tú eres la causa. De ello y de mi sonrisa.
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