Vivo en una ruina constante. Es un abismo que avanza por
momentos. Mis constantes vitales empiezan a fallarme. El pulso disminuye. Me
falla hasta la cordura. Veo cosas que no son reales, será que me estoy
obsesionando con que todo va mal y no puedo hacer nada para remediarlo. ¿Sabes
cuántas veces me ha rondado el suicidio? Mi vida es un desastre que no quiero
reconocer. No quiero admitir las lágrimas que mi almohada se ha tragado. Ella
es la única que conoce todas mis penas. Ni mi conciencia se aclara ya con tanto
caos. ¿Y todavía tengo que ser fuerte? Qué asco de sociedad, cada vez lo
aguanto menos. Me tengo que conformar con ser criticada por dar mi opinión,
sumergida en un mar de superficialidad. Pocos están contentos con su vida. Últimamente
no somos felices de verdad. No compréis falsos amigos. No valen la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.