lunes, 19 de marzo de 2012

Atrévete a quererme.

Puedes llamarme de vez en cuando, solo cuando me necesites en algo, y tratarme como si habláramos normalmente y fuéramos amigos de toda la vida, para después colgar el teléfono durante una semana o dos. Si quieres, puedes olvidarte de que existo durante este tiempo, y más tarde, cuando te sientas sólo, vienes, me pides perdón y volvemos a empezar de cero. Si quieres, escribo que te quiero por todas las paredes de esta ciudad, para que tú puedas borrarlo y escribir debajo que tú a mí no. Si quieres nos encontramos frente a frente un día cualquiera, si quieres no me contengo y te abrazo, y si quieres, solo si quieres, vuelvo a recordar que antes mi ropa olía a ti. Si quieres te quiero, y sino, también.

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