domingo, 29 de enero de 2012

Somos uno, y uno no se cae si el otro sigue.

Somos como las 24horas del día. Nadie eligió que existieran, ni que fueran una de las partes mas esenciales de nuestra vida. ¿Quien es capaz de vivir sin 24horas diarias? Es imposible. Lo mismo nos pasa a nosotros, somos rutina, el uno para el otro, y nadie puede cambiarlo, nadie puede hacer que esta hermosa realidad desvanezca. Nada ni nadie, ni el tiempo ni la distancia, ninguna dificultad que se ponga en nuestro camino. Ninguna distancia se interpondrá entre nuestras respiraciones. Algun dia, nuestras respiraciones seran unisonas, podre escuchar, de cerca, el latido de tu corazon, podre huir de todo, pero a tu lado, siempre a tu lado.
Somos como el oxígeno. Algo minúsculo en el universo, pero Algo tan imprescindible como la sangre que corre por nuestras venas. Oxígeno, algo efímero, como la vida. Vida que se arrebata en un suspiro. La misma vida que tu me das con un simple "hola", la vida que me diste hace seis meses. Somos como los latidos del corazón. Breve compás acelerado, siempre al unísono, como el tic tac de las agujas del reloj.
Somos como el Big Ben. Nadie sabe cómo, donde ni cuándo, pero aparecimos, de la nada, juntos. Siempre juntos. Tú, por una parte, eres mi Big Ben. Eres el origen de mi universo, tu formas cada espacio y cada parte de mi ser. Tu, a través de 2072km me haces feliz. Algo que solo tu sabes hacer. Y esque yo no soy sin ti, soy solo contigo, con tu sonrisa, tus manías, virtudes, defectos, inquietudes. Tu eres mis ganas de sonreír. Mi locura, mi cordura. Mi presente, mi futuro y lo mejor que me ha pasado. Y ahora, después de seis meses, le doy gracias al destino, porque me siento afortunada. No solo por haberte cruzado en mi camino, sino por haberte convertido en la persona mas importante de mi vida, la persona con la que quiero envejecer, vivir contigo. Y, tu, comparado con el universo, eres enorme. Tu eres la unica persona que me ha sabido demostrar que me quiere de verdad, a pesar de mis defectos, y de todos mis impulsos, los que me han llevado mas de una vez a perderte.
Peeeeeeeececito, no voy a quererte hasta el fin de tus días, ni hasta el final de los míos, sino hasta que todo aquello por lo que luchamos se desvanezca, cuando no queden 24horas del día para celebrar, cuando el oxigeno se agote, cuando no quede ningún ser humano en el universo, cuando no se oiga ningun latido de un corazón. Cuando el Big Ben que hace miles, e incluso millones de años apareció, se desvanezca en la nada, al igual que hizo para aparecer. Cuando todo eso pase, nuestras esperanzas desvanezcan, cuando no tengamos universo para oír nuestra respiración. Cuando ni tu ni yo seamos capaces de luchar por un siempre, cuando los cerdos vuelen, los gatos ladren, las tortugas sobrepasen la velocidad de la luz, ese día, dejare de quererte. Pero, ni si quiera existe una sola posibilidad entre un billón de que yo no sea capaz de luchar por tener a la persona mas perfecta del mundo a escasos centímetros de mi. 




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